Un número creciente de californianos desean convertirse en «ciudadanos mexicanos nacidos en el extranjero» con doble ciudadanía. El proceso se ha convertido ahora en «muy fácil» con algunos documentos, una cuota legal razonable, y una inversión…
De «Problema de Doble Ciudadanía de California», por Kyle Brady, 6 de julio de 2011, S.F. Examiner
Para aquellos estadounidenses de ascendencia mexicana que desean convertirse en ciudadanos con doble nacionalidad, como «ciudadanos mexicanos nacidos en el extranjero», el proceso ahora se ha vuelto más fácil, gracias al gobierno mexicano: unos pocos documentos, una pequeña tarifa y media hora son los únicos requisitos [1]. Esto, esencialmente, permite que los niños que nacieron en Estados Unidos, o se convirtieron en ciudadanos a través de la condición de padres, sean repatriados como mexicanos sin ningún requisito o dificultad real, aparte de la de nacer en las circunstancias apropiadas.
Como resultado de ser un «ciudadano mexicano nacido en el extranjero», estas personas tienen todos los derechos de un ciudadano mexicano tradicional, lo que significa que pueden votar, recibir varios beneficios emitidos o dirigidos por el gobierno, viajar libremente dentro de México, y, en particular, un día será Presidente. El sistema estadounidense tiene diferentes requisitos para cargos como la Presidencia, donde solo un ciudadano natural puede convertirse en Presidente – el equivalente estadounidense de una ciudadanía retroactiva «nacida en el extranjero» tiene restricciones mucho mayores. Más importante aún, sin embargo, la ciudadanía estadounidense puede verse comprometida a través de la solicitud de ciudadanía con otro país, convirtiendo la ciudadanía retroactiva en un asunto peligroso.
California tiene un gran número de personas nacidas en el extranjero… que en cualquier otro lugar del país [2], lo que hace que la doble ciudadanía sea un problema tanto para California como para el país. Mucho se ha escrito y dicho sobre los problemas de la cultura y la integración en California, una gran parte de los cuales es aislacionista en el mejor de los casos y racista en el peor, pero las legítimas preocupaciones de integración se ven exacerbadas por la doble ciudadanía: estos son individuos que nacieron ciudadanos estadounidenses, criados en un hogar donde la lealtad no es estrictamente a los Estados Unidos, y luego se les da la ciudadanía para un país que probablemente solo han visitado. Lea más en SF Examiner.